Y tras dos días de ensueño, vuelves a irte de mi lado.
Cada vez se me hace más difícil despedirme de ti esas mañanas en que te vas de mi cama sin saber cuándo volveré a perderme entre tus brazos.
Cada vez es más difícil dejarte en el tren y dar media vuelta.
¿Qué me has hecho amor, que me pierdo cuando no te tengo conmigo?
¿Cómo puedes volverme tan loca?
Y es que desde que te tengo a mi lado, todo lo demás no importa.
Porque sólo con rozar tus labios volamos alto sin siquiera despegar los pies del suelo.
Porque los buenos días suenan mucho mejor cuando es tu voz la que los hace sonar.
Y me encanta cuando me atrapas entre las sábanas con tal de retrasar la hora del desayuno.
Adoro pasar los domingos en la cama, contigo a mi lado, sin nada más en que pensar.
Te amo. No sabes hasta qué punto.
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