Aquella mañana, la princesa que aún no sabía que era princesa supo que éra su última oportunidad.
Esa mañana, ella debería girar la cabeza cuando el lobo apareciera.
Así, por fin, él vería aquellos brotes que ya eran rosales y apretaban contra el frío cristal en un intento por rasgarlo.
Ella había comprendido que no había vuelta atrás, que aquellos rosales luchaban por lo mismo que ella ansiaba, así que debía arriesgarlo todo.
Llegó al lugar una vez más y se dispuso a esperarle.
Aquella mañana se hizo eterna.
Le vió aparecer por la linde del claro, con la misma paciencia de siempre.
Le vió llegar, acercarse, permanecer un rato ahí... y dar media vuelta sin dirigirle una mirada.
Comenzó a caminar para irse por donde había venido. Poco a poco, él se alejaba. Paso a paso, ella perdía su oportunidad.
Entonces, en un alarde de valor, ella tomó todo el aire que la quedaba dentro del reloj de arena y gritó.
Con todas sus fuerzas. Su nombre. Varias veces.
El sonido retumbó, el cristal se tambaleó y las arenas se sacudieron.
El lobo se giró, y la vio alli, pegada al cristal, siendo tragada por aquellas arenas furiosas y aplastada por la fuerza del rosal.
Corrió a salvarla, pero no sabía cómo. Se dió cuenta de la pasión que ella guardaba en su interior, de sus sentimientos, y decidió ayudarla de una vez por todas.
Posó la nariz en el cristal intentando que algo de su calor lo atravesara y llegara hasta la muchacha y entonces...
Entonces el cristal cedió. Se rompió en mil pedazos. Las arenas se expandieron inertes a su alrededor y ella se desplomó.
Él la miro asustado, no sabía si había hecho bien en mirarla cada día, en dar un poco de luz a ese mundo tan frío en el que habitaba, así que dio media vuelta cuando se aseguró de que ella seguía viva y sana, y se perdió entre la multitud verdosa...
viernes, 27 de mayo de 2011
domingo, 15 de mayo de 2011
Broken souls
El otro día vi un anuncio en el periódico. Decía que el alma no cambia.
A la mañana siguiente, una noticia. Un padre había abusado de sus hijos y lo había grabado y difundido por la red.
¿Realmente el alma no cambia?
Me niego a creer que el alma de esos niños estuviera rota antes de subir a la cubierta del barco en la que les robaron la inocencia.
El alma cambia, y nosotros con ella.
Esos niños no tienen culpa de haber dado con un padre desalmado que ha acabado rompiéndoles, que les ha pisoteado y usado cual objeto para satisfacer sus oscuros deseos.
Esos niños van a pasar un buen tiempo intentando comprender, dar un sentido al comportamiento de alguien que se supone debe quererlos.
Van a gritar y llorar muchas noches.
Van a pensar que dentro de ellos hay algo que no debería estar.
Van a meterse a la bañera y frotar con agua hirviéndo esa suciedad que parece no estar ahí pero que a ellos les corroe cual ácido por dentro.
Aunque no servirá de nada.
Esos niños tienen el alma rota, y por mucho que la peguen, al igual que los jarrones rotos seguirán teniendo las cicatrices.
Por mucho que intenten curarlas,con los años supurarán y ellos pasarán miedo.
Miedo de que ese alma que tanto les costó reconstruir vuelva a hacerse pedacitos, y no los encuentren todos.
Miedo de convertirse en los mismos desalmados que su padre y poner las manos encima a otra personita inocente.
¿De verdad el alma no cambia?
A la mañana siguiente, una noticia. Un padre había abusado de sus hijos y lo había grabado y difundido por la red.
¿Realmente el alma no cambia?
Me niego a creer que el alma de esos niños estuviera rota antes de subir a la cubierta del barco en la que les robaron la inocencia.
El alma cambia, y nosotros con ella.
Esos niños no tienen culpa de haber dado con un padre desalmado que ha acabado rompiéndoles, que les ha pisoteado y usado cual objeto para satisfacer sus oscuros deseos.
Esos niños van a pasar un buen tiempo intentando comprender, dar un sentido al comportamiento de alguien que se supone debe quererlos.
Van a gritar y llorar muchas noches.
Van a pensar que dentro de ellos hay algo que no debería estar.
Van a meterse a la bañera y frotar con agua hirviéndo esa suciedad que parece no estar ahí pero que a ellos les corroe cual ácido por dentro.
Aunque no servirá de nada.
Esos niños tienen el alma rota, y por mucho que la peguen, al igual que los jarrones rotos seguirán teniendo las cicatrices.
Por mucho que intenten curarlas,con los años supurarán y ellos pasarán miedo.
Miedo de que ese alma que tanto les costó reconstruir vuelva a hacerse pedacitos, y no los encuentren todos.
Miedo de convertirse en los mismos desalmados que su padre y poner las manos encima a otra personita inocente.
¿De verdad el alma no cambia?
viernes, 13 de mayo de 2011
Ella.
Ya he comprendido que pasas de mi como de los cientos de coches que pasan a tu lado cada día. He comprendido que para tí no soy nada.
De la misma manera que no significó nada el hecho de que cuando los que eran tus amigos te abandonaran llamándote loca y yo te abriera las puertas.
No significó nada que te perdonara todas las barbaridades que me hiciste,ni que me enfrentara a todo lo que me importaba por ti, ni que removiera cielo y tierra para encontrarte cuando desapareciste del mapa la primera vez.
Tampoco te han importado mis sentimientos, pues una vez más, me has usado para lo que has querido cuando has querido y yo, como una tonta, caí rendida a tus pies.
Basta.
Sé que años después volverás a mi vida, como has hecho siempre. Te olvidas de mí hasta que un buen dia, reapareces.
Reapareces, te llevas algo mío, y vuelves a desaparecer.
No vuelvas más, por favor.
Si vas a volver para llevártelo, no vengas.
No vengas ni siquiera para devolverme lo que te llevaste.
De la misma manera que no significó nada el hecho de que cuando los que eran tus amigos te abandonaran llamándote loca y yo te abriera las puertas.
No significó nada que te perdonara todas las barbaridades que me hiciste,ni que me enfrentara a todo lo que me importaba por ti, ni que removiera cielo y tierra para encontrarte cuando desapareciste del mapa la primera vez.
Tampoco te han importado mis sentimientos, pues una vez más, me has usado para lo que has querido cuando has querido y yo, como una tonta, caí rendida a tus pies.
Basta.
Sé que años después volverás a mi vida, como has hecho siempre. Te olvidas de mí hasta que un buen dia, reapareces.
Reapareces, te llevas algo mío, y vuelves a desaparecer.
No vuelvas más, por favor.
Si vas a volver para llevártelo, no vengas.
No vengas ni siquiera para devolverme lo que te llevaste.
jueves, 12 de mayo de 2011
Un año de delirios
Cuando empecé este blog no esperaba que nadie me leyera.
Lo abrí con el único objetivo de dar rienda suelta a las cosas que siento y pienso, que por aquellos días eran demasiadas como para quedármelas en la cabeza. Comenzó siendo un lugar un poco lúgubre, triste, pero con el tiempo ha ido transformándose de la misma manera que me he transformado yo.
Hoy, este rinconcito cumple un año.
Un año de risas, lágrimas, entradas empalagosas y otras no tan dulces.
Un año con un lugar en el que expresarme libremente, darme rienda suelta y desestresarme cuando lo necesito.
Sin duda, escribir es para mí como un vaso de agua después de una larga caminata por el desierto. Me relaja, hace que olvide el mundo real y me permite viajar donde me apetece.
Y siempre es un placer contar con invitados que me acompañen en cada historia.
¡Gracias a todos!
Lo abrí con el único objetivo de dar rienda suelta a las cosas que siento y pienso, que por aquellos días eran demasiadas como para quedármelas en la cabeza. Comenzó siendo un lugar un poco lúgubre, triste, pero con el tiempo ha ido transformándose de la misma manera que me he transformado yo.
Hoy, este rinconcito cumple un año.
Un año de risas, lágrimas, entradas empalagosas y otras no tan dulces.
Un año con un lugar en el que expresarme libremente, darme rienda suelta y desestresarme cuando lo necesito.
Sin duda, escribir es para mí como un vaso de agua después de una larga caminata por el desierto. Me relaja, hace que olvide el mundo real y me permite viajar donde me apetece.
Y siempre es un placer contar con invitados que me acompañen en cada historia.
¡Gracias a todos!
martes, 10 de mayo de 2011
Televisor
Hace un momento, por azares del destino, vi en la televisión una escena de una película que adapta un conocido best-seller literario.
Una sola escena me ha puesto los pelos de punta, me ha quitado el sueño y ha vuelto a hacer aparecer ese sudor frío que tanto odio.
De repente, no podia apartar los ojos de la pantalla.
Esposas, gritos de dolor, movimiento y agonía.
Mi madre me sacó de mi congelación momentánea, me arrastró a la cocina y nos pusimos a pensar en otra cosa.
Ella no lo sabe, ni lo sabrá nunca.
De la misma forma que nunca la estaré lo suficientemente agradecida por apartarme del televisor hace cinco minutos.
Odio que vuelva a aparecer cuando menos me lo espero.
Una sola escena me ha puesto los pelos de punta, me ha quitado el sueño y ha vuelto a hacer aparecer ese sudor frío que tanto odio.
De repente, no podia apartar los ojos de la pantalla.
Esposas, gritos de dolor, movimiento y agonía.
Mi madre me sacó de mi congelación momentánea, me arrastró a la cocina y nos pusimos a pensar en otra cosa.
Ella no lo sabe, ni lo sabrá nunca.
De la misma forma que nunca la estaré lo suficientemente agradecida por apartarme del televisor hace cinco minutos.
Odio que vuelva a aparecer cuando menos me lo espero.
jueves, 5 de mayo de 2011
Mayo (I)
Aquela mañana la princesa que aún no sabía que era princesa se levantó temprano. Se le acababa el tiempo, poco a poco, de la misma manera que se le estaba agotando el aire dentro de aquellos muros de cristal.
El nivel de las cenizas había aumentado considerablemente y ya apenas podía ver el exterior. Sin embargo, eso ya había dejado de importar.
Porque él ya estaba ahí, sentado, cerca de ella. Podía sentirlo haciéndola compañía en su grisaceo mundo desde el exterior.
Aquella mañana, como tantas otras, se acercó al único lugar con un poco de vida, con un poco de color, que había dentro de aquel reloj de arena.
Se sentó a observar los pequeños brotes de rosal crecer sin cesar, y a las cenizas intentar ahogarlos sin éxito.
Pudo saber el momento exacto en que él apareció, porque cada vez que aquel gran lobo echaba una mirada, por leve que fuera, al interior de los fríos muros, un nuevo brote salía con fuerza de entre tanta muerte.
Ella, una vez más, no levantó la vista de las pequeñas plantas, porque sabía que él no podía ver esto aún, que todavía no estaban listos para encontrarse.
Aún tendría que esperar, hasta que aquellos suaves brotes rompieran su cautiverio y estuviera lista para volar...
Porque nada importa mientras sigas queriendo besarme.
El nivel de las cenizas había aumentado considerablemente y ya apenas podía ver el exterior. Sin embargo, eso ya había dejado de importar.
Porque él ya estaba ahí, sentado, cerca de ella. Podía sentirlo haciéndola compañía en su grisaceo mundo desde el exterior.
Aquella mañana, como tantas otras, se acercó al único lugar con un poco de vida, con un poco de color, que había dentro de aquel reloj de arena.
Se sentó a observar los pequeños brotes de rosal crecer sin cesar, y a las cenizas intentar ahogarlos sin éxito.
Pudo saber el momento exacto en que él apareció, porque cada vez que aquel gran lobo echaba una mirada, por leve que fuera, al interior de los fríos muros, un nuevo brote salía con fuerza de entre tanta muerte.
Ella, una vez más, no levantó la vista de las pequeñas plantas, porque sabía que él no podía ver esto aún, que todavía no estaban listos para encontrarse.
Aún tendría que esperar, hasta que aquellos suaves brotes rompieran su cautiverio y estuviera lista para volar...
Porque nada importa mientras sigas queriendo besarme.
lunes, 2 de mayo de 2011
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