Mañana voy a suspender un examen. Y con él, la asignatura más gorda del cuatrimestre.
No tengo claro si merece la pena ponerme a estudiar ahora, a 24 horas exactas.
Llevo casi 4 sentada en el escritorio intentando comprender, avanzar algo, pero sigo en la misma primera hoja, leyendo teorías preciosas sobre lo ideal que es todo cuando los alumnos muestran interés, de lo que se puede conseguir con el amor a lo que uno enseña y sobre lo precioso que es aprender relacionándo todo.
Me duele la cabeza, el cuello, los hombros y la garganta. Tengo frio y sueño y me siento impotente.
Porque por primera vez en lo que va de carrera siento que de verdad he intentado esforzarme y no me veo preparada. Ni un poquito.
El tiempo se me agota y ya no sé si presentarme.
Siento que no hago más que perder un tiempo precioso que podría emplear en no tirar por la borda otra asignatura, pero al mismo tiempo mi cabezonería me impide cerrar esta basura y empezar con otra.
No comprendo qué es lo que me están pidiendo. La profesora no quiere aprendizaje memorístico pero no encuentro otra manera de aprender ésto, y aun así, parece ser que tengo un agujero por el cual se va saliendo todo lo que intento retener.
Me siento inútil.
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