En esta fría noche de invierno, mientras oigo la lluvia caer, pienso en tenerte aquí, entre mis cálidas sábanas de nuevo.
Porque la cama, sin ti en ella, parece una fría roca. Rodeada de nieve y llena de incómodos salientes que me dificultan tomar postura.
Y es que el mundo se detiene cuando me miras.
Me tomas la mano y al acercarte a besarme siento que me falta el aire.
Cuando estoy contigo, me siento completa.
Siento que soy aquella niña que llevo tanto tiempo buscando.
Siento la vida rebosar en mi interior, me siento la mujer más feliz del planeta.
Pero sobre todas las cosas, siento ganas de hacer que tú sientas lo mismo.
Ganas de compartir contigo momentos imborrables, momentos de paz, de amor, de cariño, de pasión...
De compartir contigo besos, abrazos y mimos hasta que nos fundamos, reirnos hasta que nos duela...
Simplemente, ganas de hacer que tu mundo tenga colores, de expulsar cualquier veneno y hacer que crezcas como la maravillosa persona que eres.
Ya van 19.
Te amo, mucho.
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