A veces pienso que todo esto no puede ser real. Que, de repente, el sonido del despertador de sacará de este sueño tan nítido y el peso de la realidad volverá a caer sobre mí con tanta fuerza que... que igual hasta tengo suerte y del golpe aparezco de nuevo en este cielo, contigo.
A veces pienso en esa vocecita maliciosa que solía recordarme que fuera con cautela, que pensara, que esta sensación es tan ficticia como la distorsión de la realidad en las Vanguardias del XX.
Y pienso entonces en lo que siento. En cómo esa vocecita ha cambiado su discurso habitual por uno en el que sólo hay sitio para la palabra "Sí".
¿Puedo perder la cabeza? Sí.
¿Debería perder la cabeza? Sí.
¿Me conviene dejarme llevar? Sí.
¿Quiero estar, amar, arriesgar, vivir de ilusiones...? Sí. Sí. Por supuesto que sí.
Porque sonrío cuando pienso en hacerte reir.
Porque no me canso de mimarte.
Porque me encanta la sensación de despertar contigo, que me arropes en invierno y seas mi sombra en verano.
Porque un beso tuyo es el oxígeno del que vivo.
Porque quiero ser para tí lo más grande que ha habido, aunque sea la más pequeñita. Porque te amo como nunca he amado a nadie. Y seguiré haciéndolo durante mucho tiempo.
Felices 15 ^^.
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