Caminábamos juntas como de costumbre y la conversación se fue desviando hacia lo personal.
Nada mas escucharlo, la miré y la imagen de lo que acababa de contarme se materializó en mi cabeza.
Eché a correr todo lo rápido que pude con tal de escapar, de intentar evitar el crujido inevitable de mi interior... pero no fue posible.
Ella me seguía, intentaba explicarse y yo no quería escucharlo. No quería volver a pasar por eso...
La angustia me asfixiaba acabé en un callejón con ella a mis espaldas y en el momento en que agarró mi brazo y me obligó a mirarla... alguien encendió la luz del pasillo y salí airosa.
Me oculté aún más entre las sábanas, agarré la almohada hasta casi ahogarme y intenté hacer desaparecer mi agustia con ella.
Me costó volver a dormirme, tanto que hasta pensé en levantarme y, al menos, aprovechar el tiempo.
Necesito un abrazo, algo que me haga volver a ver que estas aquí, conmigo, y me haga olvidar esta noche.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario