No me considero una persona católica ni soy practicante, pero a veces, cuando no sabes a qué más agarrarte, cuando la vida de alguien cercano pende de un hilo, sólo entonces, no importa lo que creas, lo que te consideres. Da igual.
Cuando no sabes qué más hacer, cuando todo lo tangible, lo visible, falla... cuando la ciencia no puede hacer nada más que esperar,entonces ruegas. Aunque no estés muy segura de a quién o qué.
Ruegas por que si hay alguna fuerza superior, sea la que sea, ayude a esa persona, la salve y la devuelva la vida que tenía hace tan poco tiempo.
Hoy, en una comida familiar, hemos prometido que si R. vence a la leucemia, subiremos a agradecerselo a la virgen de Covadonga, andando, dos veces. Una de ellas de rodillas y en pantalón corto.
Porque a estas alturas, sólo podemos esperar.
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2 comentarios:
Comprendo la angustia, la deseperación, cuando la ciencia ya no tiene nada que hacer.
Yo, que me considero ateo, también me encontré en esta trágica situación. Por la vida de mi hija, hubiera vendido mi alma a dios o al mismo diablo, o a quien fuera, pero murió de leucemia hace poco -con 23 años- sin poder hacer nada. Desgraciadamente nadie contestó a mis ruegos.
A pesar de todo mantuvimos la esperanza y la fortaleza hasta el último momento, que es lo que hay que hacer, porque si se pierde la esperanza se pierde todo...
¡Ánimo!
Gracias Juan, mucho ánimo para tí también, aunque como puedes ver, nadie nos ha contestado tampoco.
Un abrazo.
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