Tenía la ilusión de que al menos se acordara, aunque fuera tarde, de lo importante que ha sido esta semana para mí.
Tenía la ilusión de que mostrara un poco de interés sobre lo que ocurre en mi vida.
Tenía la ilusión de que compartiera conmigo al menos un poco de nerviosismo al respecto.
Pero una vez más me ha demostrado que todo lo que digo no importa.
Una vez más me ha demostrado que no le interesa si soy un deshecho humano o intento hacer algo con mi vida.
Una vez más soy un cero a la izquierda en su lista de prioridades.
Ni siquiera sabía de qué estaba hablando.
Ni siquiera ha intentado enterarse.
A veces me pregunto por qué sigo teniendo esperanzas en que un día se acuerde de nosotros, si despues de tantos años debería tener más que sabido que eso no va a ocurrir.
Sólo queda entonces desear no comportarme de esa manera con mis futuros hijos.
Y desear que ellos tengan la suerte de tener un padre que los considere importantes.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario