Tristeza.
Estrés. Nerviosismo. Insomnio.
Lágrimas.
Esa presencia inexplicable que amenaza con destruirlo todo.
Dolor, falta de aire y miedo.
Miedos que se van y otros que aparecen de la nada.
Ayer, me libré de tener que volver a sacar la espada y poner contra ella y la pared a alguien a quien quiero.
Ayer, ví fantasmas donde dices que no los hay.
Quizá por todo o quizá por nada necesito que me digas lo que sientes, que me apoyes, que me busques, me tomes de la mano y vuelvas a amarme.
Hace tiempo que no te siento a mi lado de la misma manera, y sé que ésto va a temporadas, es así como debe ir.
Celos, paranoia.
Quizá sea eso. ¿Inflexión? ¿Tan pronto se va a instaurar el fantasma de la rutina?
Claro que quiero seguir poniendo empeño en ésto, y quiero que tú también lo sigas poniendo, porque aún nos quedan muchas cosas por vivir juntos.
Pero necesito sinceridad, necesito amor, tardes de conversación, chocolate y mimos.
No se porqué tu mirada cambió hace poco. Ahora tiene más luz y no comprendo porqué precisamente ahora, despues de casi cinco meses...
Sí, llevamos un mes de locos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentarios:
Te digo lo mismo que me has dicho cualquiera de mis entradas tambien expresa lo que siento. Cuando dudes de ello ven.
http://mundodeviento.blogspot.com/
Publicar un comentario