Estoy aquí una vez más, en esa horrible bifurcación del camino pero ahora si que no se qué pensar, no es lo mismo, no.
Aquella vez simplemente tenía que optar por un camino pero ahora tengo la fuerza necesaria para unirlos a los dos. Y me gusta.
Sin embargo, te resistes. Eres cruel conmigo y lo sabes, pero aún dudo de si quieres serlo o lo haces por por protegerte a ti mismo de las magulladuras que podría causarte. Me confundes con un tigre cuando simplemente soy un gatito recién salido del horno que no te haría nada.
Me tienes miedo, admítelo. Tienes miedo de hasta dónde podría llegar.
No quiero cambiarte, por favor, estas bien así, pero ponerte esa coraza que impide que cualquiera se te acerque sólo te impedirá disfrutar de lo bueno que la vida puede ofrecerte.
Te han dado muchos palos, lo intuyo, pero a todos nos los han dado y mucho más fuertes de lo que puedes llegar a imaginar.
Sé que, a pesar de todo, eres una persona fuerte que puede sobreponerse a lo que le echen.
Déjame entrar por favor en esa cabecita loca protegida de las caídas. Déjame entrar en ese corazoncito magullado lleno de cicatrices que parecen no sanar. Déjame ayudarte a curarlas. Déjame, simplemente....déjame.
miércoles, 26 de mayo de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario